¿Os pasa que no sabéis si estáis entrando en las habitaciones de vuestros niños o en un escenario de guerra? ¿los juguetes se expanden más allá de donde vuestra vista llega a ver? ¿hay pilas enormes de ropa a medio llevar por todas partes? ¿el caos se ha apoderado de las habitaciones de los más pequeños?.
No te preocupes, es normal, en todas las casas con niños pasa. Pero si quieres hacer unos pequeños cambios verás que con unos pocos consejos muy sencillos el desorden se mantiene a raya. Sí, como lo oyes, vas a poder volver a entrar en la habitación de tus hijos. Y sin tropezarte con los camioncitos de juguete :p
Rotación de juguetes
Hoy en día los niños tienen muchísimos juguetes. Más de los que son capaces de prestar atención. Incluso muchos son similares entre sí.
Y está bien tener tantos juguetes (especialmente si son educativos y creativos). Cada uno desarrolla unas habilidades diferentes, cada uno consigue despertar algo especial en el niño.
Pero, seamos sinceros… es imposible jugar a todos a la vez. Incluso les pasa muchas veces que dejan de llamarles la atención al poco de estrenarlos y jugar con ellos. Y para colmo, todos se amontonan en la habitación y en los armarios, no permitiendo ver los juguetes que hay más escondidos. Y todos se desordenan cuando los sacan.
Por eso, la primera recomendación, es rotar los juguetes. Esto funciona así:
- Busca un hueco en un armario vacío o en el trastero. Y guarda una parte de los juguetes (la mitad, un tercio… según cómo de grave sea el exceso de juguetes).
- Al cabo de 2-3 meses, haz el cambio. Saca los juguetes guardados y guarda otros diferentes.
De este modo hay menos juguetes en las habitaciones de los niños (y por consiguiente es más sencillo tenerlos ordenados). Y además verás como esos juguetes que has guardado primero (a los que quizá ya no les hacían mucho caso), vuelven a cobrar protagonismo. De este modo los niños juegan más con todos los juguetes, y la habitación se ve más despejada.
- Excluye de la rotación esos juguetes a los que los niños les tengan un cariño especial o aquellos que te parezcan muy educativos o especialmente interesantes.
Todo tiene su sitio
Al principio puede parecer que meter todo «al mogollón» dentro de cajas es lo más fácil para simplificar la hora de recoger y conseguir que todo esté en orden. De hecho, las cajas de juguetes abarrotadas son uno de los principales elementos en las habitaciones de los niños.
Pero es importante que cada cosa tenga su sitio asignado. Que no de lo mismo en qué caja guardo cada juguete o cada prenda de ropa: todos los objetos tienen que tener un lugar. Su sitio.
Por ejemplo, si tienes varias cajas para juguetes asigna cuáles van a ir en cada una de ellas: los coches y las muñecas en esta, los animales de peluche en esa… En las estanterías lo mismo: los cuentos de cartón ahí, los de historias allá, … y en los armarios: todos los cajones tienen que tener su finalidad, todas las prendas de ropa tienen que tener predeterminado su sitio.
Y ¿qué ganamos con eso?. Que no se desordene tanto. Así cuando queremos buscar un coche, o un muñeco, iremos a la caja correspondiente. Sin tener que sacar todo del resto de cajas. Sin tener que desordenar más cosas para encontrar las perdidas. Y, aunque nos cueste un poquito más recoger, después ahorraremos mucho tiempo encontrando antes cualquier cosa.
Momentos del día específicos en los que todo tiene que estar en orden
Fija al menos un momento al cabo del día en el que todo tenga que estar recogido y ordenado. Por ejemplo: no podemos irnos a la cama si no está todo recogido.
Determinar un momento de guardar todo al cabo del día evitará que las cosas se vayan acumulando durante demasiado tiempo. De este modo cada día se dedica un poquito de tiempo (no suelen ser más de 5 minutos) a recoger, y no es necesario fijar grandes jornadas de poner orden en casa.
Implica a los niños en determinadas tareas desde pequeños
Una buena idea para hacer todo más fácil es asignar a los niños ciertas tareas sencillas desde que son pequeñitos. Si ellos empiezan a ser autónomos y a hacerse responsables de sus cosas va a ser más sencillo.
Desde los 2 años los niños pueden guardar todos sus juguetes y conocer el lugar de cada uno. También pueden estirar una colcha, o poner en orden sus libros de cuentos.
Empieza cuanto antes.
Cubos y cajas grandes para guardar juguetes
Hay algunos juguetes que se almacenan mejor en grandes cajas. Lo mejor es que haya espacio de almacenaje suficiente en su habitación. Así resulta más sencillo guardar, incluso con niños más pequeños.
Intenta que las cajas no estén completamente abarrotadas, que quepan bien los juguetes que tengan que ir en cada una de ellas.
Eso sí, es muy importante que estos cubos no sean «para todo». Aunque dentro del cubo vaya todo «al mogollón», tiene que haber un cubo para cada cosa, cada juguete tiene que tener su cubo asignado.
Todo a la vista
Esto quizá choca un poco con el punto anterior, y puede parecer contrario a lo que todos pensamos.
Pero la mejor forma de tener todo ordenado es que quede a la vista. Si hay zonas que no se ven (por ejemplo, el interior de un armario), es posible que allí aprovechemos las prisas para meterlo todo desordenado.
Por eso, uno de los principales consejos que dan a la hora de mantener el orden es que es mejor que todo quede a la vista. Siguiendo este consejo, son mejor las estanterías que los armarios cerrados, los colgadores a la vista mejor que los armarios, …
Y esto es todo por hoy. ¿Habéis conseguido poner orden en las habitaciones de los niños?. ¿Qué trucos os han funcionado a vosotros?.